Grecia – Venema-caso
Una recuperacion de dos niños de Grecia a Holanda.
Para el lector,
Esta es una carta emocional de mi parte, intentaré contar mi historia en sólo un par de párrafos.
Después de un matrimonio de diez años con un hombre griego, en lo que viví en Grecia y dí luz a dos hijos, regresé a los Países Bajos con nuestros hijos para una vida y un futuro mejor. Durante los diez años tuvimos muchos problemas, sobre todo financieros, y mi ex esposo me dio su consentimiento explícito para regresar con los niños.
Por aquel entonces mi ex esposo y yo compartíamos la autoridad paterna. Nuestro contacto era bastante bien y no había razones para exigir la autoridad paterna completa.
Mi ex esposo venía a los Países Bajos para ver a los niños y el primer verano ellos fueron de vacaciones a Grecia. Sin embargo, el segundo verano cuando los niños fueron a Grecia otra vez, mi ex esposo no les llevó devuelta a casa. Por aquel entonces, nuestros hijos tenían 5 y 9 años de edad.
Después de una batalla feroz en los tribunales holandeses y griegos y a pesar de las buenas intenciones de los ministerios holandeses y griegos, no llegué a ningún lado. Mis hijos apenas sabían hablar holandés y la familia ejercía tanta presión sobre ellos que cada vez tenían más miedo de expresar su opinión. Se volvía cada vez más difícil para mi de recuperarles de una manera normal.
Una y otra vez aplazaban las sesiones de tribunales con un par de meses, y perdía la esperanza. Habían lavado el cerebro a mis hijos tanto que decidí a contactar la protección de menores en Grecia. Pero tampoco fueron capaces de ayudarme. Mis hijos sí habían indicado claramente a la protección de menores que querían regresar a los Países Bajos, pero cada vez la familia les insistía que los Países Bajos era un país malo etcétera. Y así la situación continuaba. Incluso en el tribunal griego mis hijos estaban demasiados asustados para dar su opinión. Temían mucho que la familia descubriera lo que ellos habían dicho.
Entré en contacto con el programa de televisión Tros Vermist. También iba muy a menudo a La Haya para manifestar junto con otros padres enfrente de los edificios del gobierno contra el secuestro parental internacional de menores. Es donde conocí al fundador de esta organización CEIS y me enteré lo que el podría hacer por mi. ¡Había esperanza, él me dio esperanza! Después de varias conversaciones decidí pedir su ayuda. Me confiaba en él, en gran parte porque sus hijos también fueron secuestrados y logró recuperarles.
Es cuando el CEIS me ayudó a recuperar mis hijos. Por fin, después de dos años de miseria y esperar, pude llevar a mis hijos devuelta a los Países Bajos, gracias a esta organización. A mis hijos el fundador les cayó muy bien, él siempre fue muy dulce y amable con ellos. Juntos hemos llevado los niños devuelta a los Países Bajos, de una manera muy tranquila. Sin él, es probable que nunca hubiera pasado, y hubiera tenido que esperar hasta que mis hijos tenían la edad para poder expresar su opinión libre de influencia externa.
Ahora somos felices en los Países Bajos y mis hijos se encuentran bien. Y ahora han vuelto a pasar sus vacaciones en Grecia. Después de mucho hablar con mi ex esposo. Además he conseguido la autoridad paterna completa. Mi ex esposo lo lamenta mucho y, por suerte, se ha dado cuenta de que fue un gran error. No obstante pasó y siempre dejará una herida. Afortunadamente, mis hijos ahora tienen la edad que ya no tengo miedo.
Siempre he sido gran partidaria de que los niños visiten ambos padres. Pero pasaron un par de años antes de que dejara que fueran allí de nuevo.
Puedo respirar de nuevo, gracias a CEIS.