Mexico – Bernat-caso
Una recuperacion de dos niños de Mexico a Los Estados Unidos de America.
Querido CEIS,
Quería tomar esta oportunidad para darte las gracias por todos tus esfuerzos grandes y continuos con el objetivo de llevar mis a hijos de vuelta a mí. Obviamente, ser víctima de un Secuestro Internacional de Menores es algo por lo que un padre sólo pasará una vez en la vida y no tenía ni idea de qué esperar ni cómo tomar las medidas necesarias para recuperar a mis hijos. Como tú pasaste por lo mismo, te da la capacidad para relacionarte con nosotros a un nivel que muy pocos pueden. Tu compasión es extraordinaria, junto con tu voluntad de luchar para ahorrarnos cada dólar posible, lo que fue algo inesperado y sorprendente.
Tu elección de personas con quien decides trabajar no tiene comparación. Todos los individuos con quien trabajas son, en mi opinión, los mejores en su campo y se mostraron muy profesionales. Además, la cantidad de contactos que tenías en los gobiernos extranjeros que estaban dispuestos a trabajar con nosotros porque sentían que era “lo correcto que hacer” era increíble. Tu red de contactos, que has creado con el paso de los años, es impresionante.
De no haber pasado por algo así antes, a veces era difícil para mi de entender tu plan, pero al final, todo lo que me habías dicho resultó verdadero y correcto. A pesar de que los meses que pasé sin mis hijos parecieron una eternidad, sé que sin tu ayuda hubiera sido imposible de recuperar a mis hijos en un período de tiempo tan corto.
Si algún día tienes un cliente a quien le gustaría tener una referencia antes de contratar tus servicios, o un cliente que le cuesta comprender por qué estás procediendo en una dirección en particular, o alguien que simplemente necesita hablar con otra persona durante el proceso, por favor, no dudes en darles todos y cada uno de mis datos personales con el fin de ponerse en contacto conmigo.
No existen palabras para mostrarte mi gratitud por tus servicios. Gracias por todo lo que has hecho por mi familia.
Atentamente,
David Bernat